domingo, 21 de febrero de 2010

Mediaciones tecnológicas y desordenamientos comunicacionales

Guillermo Orozco

Creer que los medios y tecnologías de información teniendo el amparo de la modernidad y social durante el siglo pasado como la televisión abierta, en sus modalidades de recepción, han perdido relevancia frente al cambio o conjunto de cambios tecnológicos recientes o hasta han muerto.
Todos los medios, viejos y nuevos, así como las diversas tecnologías videoelectrónicas y digitales, coexisten, conformando o no convergencias en sentido estricto, pero sí constituyendo ecosistemas comunicativos cada vez más complejos.
La llegada de un nuevo medio o tecnología no supone necesariamente la suplantación del anterior.

  • Porque cada medio y tecnología es mucho más que eso. Su transformación involucra otros factores más allá de los estrictamente técnicos o instrumentales.
  • porque cada tecnología demanda un tiempo de aprendizaje y apropiación por parte de los usuarios.

Guillermo Orozco

Vivir en la pantalla. Desordenamientos en una sociedad-audiencia que aprende.

El concepto de sociedad-audiencia. La audiencia como una característica que nos distingue de las sociedades de otras épocas. Audiencia de medios audiovisuales, de teléfonos celulares, de computadoras, de videojuegos, de cine, de radio, de prensa, de múltiple material impreso, escrito, fotografía, etc.
el desordenamiento se explica desde la transición que actualmente se general en el pasaje de “un paradigma de producción de conocimiento centrado en la imitación, en la reproducción, a otro paradigma centrado en la experimentación, en la exploración y el descubrimiento”, paradigmas que no terminan tampoco de separarse y que conviven.

Jesús Martín Barbero

Tecnicidades,identidades,alteridades:

La comunicación ha entrado sin duda a ocupar un lugar estratégico en la configuración de los nuevos modelos de sociedad pero ello está siendo malinterpretado
por una tendencia creciente en los Estudios Latinoamericanos de Comunicación.

Dos procesos están transformando radicalmente el lugar de la cultura en nuestras sociedades fin de siglo: la revitalización de las identidades y la revolución
de las tecnicidades. Los procesos de globalización económica e informacional están reavivando la cuestión de las identidades culturales -étnicas, raciales, locales, regionales- hasta el punto de convertirlas en dimensión protagónica de muchos de
los más feroces y complejos conflictos internacionales de los últimos años, al tiempo que esas mismas identidades, más las de género y las de edad, están
reconfigurando la fuerza y el sentido de los lazos sociales, y las posibilidades de convivencia en lo nacional y aun en lo local.

sábado, 20 de febrero de 2010

John B. Thompson

Comunicación y contexto social
John B. Thompson

Thompson hace énfasis en las implicaciones teóricas generales de observar la recepción de los productos mediáticos como una actividad rutinaria y práctica. Como que la recepción debería verse como una actividad; no como algo pasivo; sino como un tipo de práctica en la que los individuos se implican y trabajan con los materiales simbólicos que reciben. En el proceso de recepción, los individuos utilizan los materiales simbólicos para sus propios propósitos, en formas que pueden resultar extraordinariamente variadas, aunque relativamente ocultas, ya que estas prácticas no se limitan a ningún lugar en particular. Si consideramos que la producción "fija" contenidos simbólicos en un sustrato material, la recepción los "suelta" y los libra al deterioro del paso del tiempo. Los usos que hacen los receptores de los materiales simbólicos pueden divergir considerablemente de los usos, que los productores de estos materiales tenían en mente. Aunque los individuos pudieran tener relativamente poco control sobre el contenido de los materiales simbólicos que tienen a su disposición, pueden utilizar estos materiales, repasarlos y reelaborarlos en formas que son completamente ajenas a los propósitos e intenciones de los productores.

viernes, 19 de febrero de 2010

John B. Thompson

John B. Thompson
La comunicación masiva y la cultura moderna.

El ámbito de la sociología se presume con frecuencia, que el estudio de la comunicación
masiva puede ser relegado a especialistas en estudios de medios y la investigación sobre comunicación, que pueden ser apropiadamente abarcada por críticos literarios y comentaristas culturales. Aún persisten como los temas de interés principal para la investigación sociológica, la estratificación de las clases, el poder, el privilegio y la desigualdad. El problema con este supuesto no es simplemente que implica una división intelectual del trabajo que es difícil mantener en la práctica, sino que aún más importante es que desvía la atención de los sociólogos de un rango amplio de fenómenos sociales que son centrales para la vida en las sociedades modernas. Los teóricos sociales tienden a olvidar también el papel de la comunicación masiva en las sociedades modernas y cuando le conceden alguna atención la conciben de manera unilateral y abiertamente negativa. Por ende, la comunicación masiva es tratada por los teóricos sociales como una instancia de cohesión social, como un mecanismo institucionalizado para la difusión de valores y creencias colectivas. Esta orientación puede asumir un sesgo crítico; la comunicación masiva es vista también como un medio de la reproducción de ideología, es decir, como un mecanismo que al tiempo que difunde valores y creencias colectivas mantiene las relaciones sociales existentes.

Jesús Martín Barbero

JESÚS MARTÍN-BARBERO

TRANSFORMACIONES
COMUNICATIVAS
Y TECNOLÓGICAS DE LO PÚBLICO

En este artículo Barbero nos plantea que la publicidad, va a conectar dos discursos.

  • El de la prensa que ensambla lo privado en lo público a través del debate entre las ideologías y la lucha por la hegemonía cultural.
  • El de la propaganda comercial que transcribe de interés público las intenciones y los intereses privados.

La otra figura comunicacional de lo público es la de la opinión pública. Esta es entendida en principio como la acción que se oponía a la práctica del secreto, propia del Estado absolutista, y el principio de la crítica como derecho del público a debatir las decisiones políticas, esto es el “debate ciudadano” como espacio de articulación entre la sociedad civil y la sociedad política, entre conflicto y consenso.

La opinión pública que los medios fabrican con sus sondeos y encuestas tiene así cada vez menos de debate y de crítica ciudadanos y más de simulacro: sondeada, la sociedad civil pierde su heterogeneidad y su espesor conflictivo para reducirse a una existencia estadística. Y el vacío social de la representación facilitará la asimilación del discurso político al modelo de comunicación el que proponen la televisión y la publicidad.